miércoles, 28 de mayo de 2008

Hoy se murió el grillo, yo no lo vi, no sé como pasó. Cuando llegué ya estaban enterrandole y nadie me explico nada. Me fastidia que no fui yo, pero la verdad que es un alivio. Con un poco de suerte tal vez hoy duerma, y no voy a tener que verlo, no voy a tener que ver como se convierte en aquella babosa...ni como, la babosa, que me recuerda bastante más una lengua deforme, sqnguinolenta que a una babosa, se almuerza a mis parientes. Y tal vez, siquiera voy a tener que perseguirla luego, ni ver como se me escabulle entre los dedos convirtiendose en una especie de mercurio líquido. Alguien mató al maldito insecto que parecia meterse noche tras noche en mi cerebro...tal vez entrando por mis orejas. No lo sé, las orejeras que compré no me sirvieron de nada, ni el insecticida, ni pretender que no estuviera, todas las noches lo mismo. Llegué a pensar que enloquecía, como todas las mañanas miraba con aprhension cada esquina, cada hueco oscuro. Como corria la cortina de la ducha ni bien entraba al baño para asegurarme de que no estuviera allí. La cantidad de veces que tiraba la cadena del inodoro, tratando de escuchar, queriendo asegurarme de que no se escondía alí. Estoy convencida de que me acechaba a mí, pero aún así, si mientras revolvia y le buscaba, hubiera movido un mueble o una cortina y la hubiera encontrado allí... mirándome...si es que esa cosa sin ojos puede mirar...no sé, no sé que haría, es como, para que buscar algo que me parece tan espantoso sin pensar en qué hacer para librarme de él. Parece que le buscara sólo para horrorizarme aún más. Debe ser eso que llman morbo, como buscamos eso que nos repugna, y no somos capaces de dejar de observarlo. Pero no, me negaba y me niego a creer eso, es casi como una especie de enamoramiento, no la quiero ver, pero no la quiero dejar de ver, y cuando no está, le busco. O tal vez, esa especie de fascinación sea solo curiosidad, por el simple hecho de no entender, por que aún cuando parece buscarme a mi, sus victimas son todos menos yo. Mientras más lo pienso, más me parece que solo intenta llevarme a la locura, y es probable que lo haya logrado. Pero, para qué preocuparse, para qué seguir pensando, si no está, y no estará más. Alguien la mató y la enterró, y al ser del que era sombra también lo destruyeron. Ya no está más. y aún así, puedo cerrar mis ojos y verle, y su imagen me sigue trayendo escalofríos. Pero tal vez ahora tenga algo de paz, y quien sabe, tal vez hasta extrañe a la babosa.



...algunos dias odio los sueños

4 comentarios:

MR dijo...

eeeehhhh..... mmmm.... whatever...


si querés buscamos juntas el número de algún psicólogo... estoy segura que las voces y los cantos de grillos pueden terminar... y si no terminan, no te preocupes:
1º- no sos la única que los oye (bueno, los grillos sí, pero ta, debe ser que sos especial)
2º- yo igual te voy a querer aunque estés paranoica con un pobre grillito que sólo quería cantar y vos lo convertiste en babosa aplastada y lo perseguiste por toda la casa y no sé qué más... pobrecito, qué culpa tenía?

Belen dijo...

jaja...no se...estaba feo

MR dijo...

Sos única (y la única que podía dar esa respuesta).

MR dijo...

che.... pasan los días ¿no? y una sigue entrando emocionadísima a ver qué cosas han estado ocurriendo por aquí mientras estuve haciendo entregas de la facu a lo loco, pero nada.... y bueno... seguiré esperando. Pero no te hagas la viva. Mirá que te lanzo algún virusillo que te haga zumbar la pantalla constantemente y te entre al explorer con tu dirección en la página de inicio. Considérate avisada.